Para los mejores jugadores de football colegial, el sueño de convertirse en profesionales comienza al escuchar su nombre en el Draft de la NFL. Ese preciso momento en que uno de 32 equipos de la élite deportiva mundial les da la oportunidad de cumplir su deseo. Desafortunadamente, no todos los jugadores que pasan por ese proceso anual tienen asegurada una carrera exitosa, ya no digamos larga, siquiera.
Actualmente, la duración promedio de una carrera profesional para los jugadores que llegan a la NFL es de 3.3 años, considerando factores como las lesiones y la competencia para ganar un espacio en el roster, así como el tiempo de juego. Es realmente corta y el número se reduce cuando consideramos que hay jugadores que no comienzan siendo seleccionados en el Draft.
Pero nada de esto importó para Rod Smith, receptor que en 1994, pese a sus buenas credenciales en el football colegial, ni siquiera escuchó su nombre entre los 28 jugadores seleccionados en total en su posición en el Draft de la NFL, pero supo hacerse inolvidable para esta afición de Broncos Contry.
El prodigio de Missouri Southern State
Proveniente de Arkansas Senior High School, donde en su último año fue parte de los equipos All-League, All-Area y All-State, Smith llegó a la Universidad de Missouri Southern State de División II y de inmediato consiguió actuaciones destacadas. En su último año de elegibilidad fue candidato finalista para el Trofeo Harlon Hill, al mejor jugador en la División II de cada temporada.
Y cómo no ser nominado como uno de los mejores, si en su último año de carrera colegial, en 1993, terminaría con 63 pases completos para 986 yardas por recepción y 13 anotaciones: números impresionantes incluso para la División I. Smith concluiría su formación en Missouri Southern State en posesión de los récords de la Conferencia de yardas por recepción (3 043) y touchdowns (34)). También se llevó el récord de de recepciones (153) de su universidad.
En 1994 estaba listo para dar el paso profesional, pese a que jugar a nivel colegial en la División II se considera una dificultad mayor.
Epico debut y rápida consolidación en la NFL
Rod Smith comenzó su carrera profesional, como ya dijimos, no por la vía del Draft, sino como agente libre, firmando con los Denver Broncos. De esta manera, las oportunidades serían muy contadas para mostrar de lo que era capaz. No obstante, consiguió mantenerse en el equipo de prácticas bajo el mando del head coach Wade Phillips, lo cual ya era un logro enorme ante la cantidad de competidores en su posición. No fue hasta 1995, con la llegada de Mike Shanahan como relevo de Phillips, que Smith comenzó a incrementar su participación. De hecho, el primer pase dirigido a él fue de un heroísmo digno de recordar.
Tras un comienzo con marca de 1-1, los Broncos jugaban en casa aquella Semana 3 ante Washington. Ganaban 24-7 el juego, pero los visitantes supieron regresar para empatar a 24 puntos. Aunque los Broncos volverían a tomar ventaja de 7, Washington nuevamente emparejó el marcador a 1:07 del final. El tiempo extra era una posibilidad.
Pero John Elway tendría la última palabra. En cinco jugadas, la ofensiva estaba en la yarda 43 del rival; sin embargo, las siguientes tres jugadas acabaron sin ganancia de yardas. La cuarta oportunidad sería entonces para evitar el tiempo extra, restando seis segundos de tiempo regular. Fue entonces que Elway, con el poder de su brazo, envió el balón a la zona de anotación, en donde Rod Smith saltaba para ganar el balón sobre un legendario cornerback como Darrell Green. ¡TOUCHDOWN!
Llevarse el pase que marcaría la diferencia en el juego, lo hizo pasar la prueba del ojo frente al nuevo entrenador en jefe, y lo ayudó a sobreponerse de una producción discreta en su primer año como profesional: 152 yardas en seis recepciones, incluyendo ese TD.
Fue en la temporada de 1997 cuando Rod Smith adquirió un rol mucho más importante en la ofensiva de Shanahan. Fue la primera de muchas campañas en las que comenzaría todos los juegos como titular, y en las que rebasaría las 1 000 yardas con sus recepciones. Además, Smith se convertiría en uno de los objetivos favoritos para Elway.
La era dorada de Smith en los Super Bowls
En ese 1997 Smith contribuiría con 12 recepciones para TD, y la postemporada se resolvió con los Broncos levantando su primer título de la NFL en el Super Bowl XXXII, aunque nuestro Rod se quedó con la espina clavada de no registrar una sola recepción en el juego grande.
Con este aliciente, para 1998 su producción se fue a otro nivel. Terminó como líder en yardas por recepción con 1 222, ayudando al equipo a alcanzar un segundo Super Bowl en fila y, ahora sí, se quedó con un bombazo de 80 yardas de Elway para entrar caminando a la zona de anotación. De esta forma, los Broncos se llevaron campeonatos consecutivos con Rod Smith como elemento clave.
Una leyenda hasta su "último baile"
Pese al retiro de John Elway, Smith siguió con paso firme como referente del equipo. En solo dos de sus siguientes ocho años en Denver no rebasó las 1 000 yardas por la via de la recepción. Este legendario wide receiver tendría buenas temporadas sin importar quién fuese el quarterback que le estuviera lanzando.
Su mejor año en yardas llegó en 2000, al llevarse 1 602 yardas en 100 recepciones. Terminar la campaña con al menos 100 yardas por juego es una cantidad que pocos habían conseguido hasta entonces.
El legado de Smith como Denver Bronco
El año 2006 fue el último de Rod Smith como profesional, con el privilegio de haberlo visto toda su carrera en nuestro amado equipo, y retirándose como líder histórico en recepciones con 849. Con ese número, es el segundo mejor en la NFL entre los jugadores no seleccionados del Draft, solo detrás de Wes Welker. ¿Yardas aéreas? 11 389. ¿Recepciones para anotación? 68. Ambas marcas fueron tanto de esta franquicia como de toda la NFL entre los no drafteados.
No solo destacó a la ofensiva, sino incluso en equipos especiales. Smith tuvo bastante participación como regresador de patadas, finalizando en el segundo lugar en la historia del equipo en cuanto al promedio de yardas por regreso, con 12.2.
En 2012, el tres veces llamado al Pro Bowl se convirtió en el vigésimo tercer miembro del Ring of Fame de los Broncos, y con justo merecimiento. Tras una carrera impecable y gracias a la aportación al equipo, se ganó el respeto y admiración de muchos de los fanáticos que todavía nos emocionamos al recordar sus atrapadas.
Con el carácter que demostraste en el campo de juego, dejando que la producción y el esfuerzo hablara más que las palabras, Broncos Country te saluda por siempre, querido Rod.