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Denver Broncos | News

La Voz de la Razón: Randy Gradishar, alma y corazón de la Orange Crush

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La Voz de la Razón: Randy Gradishar, alma y corazón de la Orange Crush

Por 35 años, Randy Gradishar ha tenido que esperar para ser parte del Pro-Football Hall of Fame en Canton, Ohio, lugar donde los grandes jugadores de la NFL encuentran la inmortalidad. Y no debe ser coincidencia que Canton se encuentre aproximadamente a 88 kilómetros o 55 millas de Warren, el sitio que vio nacer a esta gran leyenda de Denver.

Muchos se estarán preguntando las razones por las que Randy merece ingresar al Salón de la Fama, y es sencillo: Él era el alma y corazón de una defensiva que brilló, especialmente en aquella temporada de 1977.

Etapa universitaria

Randy Gradishar fue reclutado por el legendario entrenador de la Universidad de Ohio State Woody Hayes, quien vio en este joven la pasión por este el deporte, su entrega y liderazgo en el terreno de juego. En sus tres años con los Buckeyes, Gradishar fue nombrado de forma unánime parte del equipo All-America en dos temporadas, 1972 y 1973.

Además, su equipo tuvo un récord de 25-6-1 en esas tres temporadas con Gradishar, culminando su carrera colegial en un escenario como el Tazón de la Rosa con triunfo sobre la USC por 42-21. Aquella temporada de 1973, Ohio State permitió solo 64 puntos, teniendo a Gradishar como líder en tackleadas con 134, incluyendo aquella actuación de 22 tackleadas contra la Universidad de Washington State.

Terminó en sexto lugar en las votaciones para el trofeo Heisman.

Comenzó su carrera profesional

En el Draft de 1974, los Denver Broncos lo seleccionaron en la posición 14 global para convertirlo en su linebacker central, y ahí comenzó a hacerse notar en una época en la que se imponía el juego físico y agresivo. Rápidamente adquirió fama como uno de los mejores jugadores de su posición, mostrando ser dominante, agresivo al tacklear y líder de una defensiva que comenzaba a vislumbrar su calidad.

La fama adquirida como un gran tackleador en Ohio St. fue bien respaldada con sus actuaciones en los Broncos. Pese a que entonces no se llevaban las estadísticas defensivas como en la actualidad, se dice que tuvo más de 2 000 tackleadas en su década de carrera en Denver. Era una máquina para derribar rivales. También tenía manos para quedarse con los envíos de los quarterbacks rivales, consiguiendo 20 intercepciones y casi el mismo número de capturas, aunque esta estadística se convirtió en oficial en 1982. Gradishar contribuiría con cuatro anotaciones defensivas.

No obstante, si vamos a hablar a fondo de Randy Gradishar, es imposible hacerlo sin mencionar a la defensiva Orange Crush.

La defensiva de nombre propio

Con la llegada del entrenador Red Miller en 1977, llegó una identidad a la defensiva de los Broncos. Esa unidad contaba ya con el talento en sus jugadores, pero le faltaba el toque personal del nuevo entrenador que contribuyó a formar una de las mejores unidades de la época.

El roster titular ofensivo estaba formado por NT Rubin Carter, RDE Lyle Alzado, LDE Barney Chavous, ROLB Tom Jackson, LOLB Bob Swenson, LILB Joe Rizzo, RILB Randy Gradishar, RCB Steve Foley, LCB Louis Wright, FS Bernard Jackson y SS Bill Thompson. Tanto Jackson como Alzado, Thompson y por claro que también Gradishar fueron nombrados al primer equipo All-Pro de 1977. Ellos cuatro, junto con Wright, fueron parte del Pro Bowl.

La magia de aquella defensiva radicaba en su éxito para detener el juego terrestre, que era la base de toda ofensiva de la época. Sin juego terrestre, los rivales estaban en problemas. Algunos tenían que desistir de utilizar a sus running backs para avanzar el balón y entonces se dedicaban a lanzar. Esto contribuyó a que estadísticamente no fuera de las mejores de la liga contra el pase, pero si algo hacían también bien era evitar puntos dentro de su yarda 20.

En 1977 esta defensiva, célebremente conocida por la prensa como Orange Crush, no permitió a ningún rival más de 14 puntos en temporada regular y solo en siete de los 14 juegos los rivales pudieron rebasar los 9 puntos. ¡Eso fue una locura! Esta unidad llevó a la gente al estadio para apoyar a los Broncos.

En los playoffs consiguieron derrotar a dos de los mejores de la época: a los Steelers en la Ronda Divisional y a los Raiders en la Final de Conferencia. Nunca antes se había llegado tan lejos en la historia de la franquicia, y gran parte de esto se debió a la gran defensiva cuyo líder fue Randy Gradishar.

Diez años de carrera después

Randy Gradishar terminó su carrera en la NFL y con los Broncos con siete llamados al Pro Bowl, cinco ocasiones siendo parte del equipo All-Pro (dos de ellas al primer equipo) y hasta el momento el es único jugador de Denver que ha ganado la mención como el Jugador Defensivo del Año en 1978.

Estos logros son los que lo tienen en este momento en la antesala de la inmortalidad de la NFL, a un paso de vestir la famosa Golden Jacket. Todos en Broncos Country te saludamos, Randy Gradishar.

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