No es momento para entrar en pánico, Broncos Country. Los Broncos generaron altas expectativas en la temporada baja debido en gran parte por la adquisición del quarterback Russell Wilson pero en la NFL nada está garantizado y mucho menos las victorias. Los equipos ganadores no son espontáneos, hay mucho trabajo detrás de ello y toma tiempo.
La derrota el pasado lunes en Seattle nos dejó un mal sabor de boca justo por eso, por creer que estaba asegurada la victoria, que era un solo trámite pero no fue así. De las derrotas se aprende y estoy seguro que van por buen camino para que el equipo consiga convertirse en lo que imaginamos. No es momento de entrar en el pesimismo.
Lejos del resultado, hay razones para creer que el camino se puede enderezar en los 16 juegos restantes del año.
Esto fue lo que vi de la actuación de los Broncos que me da esperanzas en el futuro de la temporada 2022.
La ofensiva avanzó el balón
La actuación de la ofensiva fue buena al momento de generar yardas y rebasar la mitad del terreno de juego, colocándose en situaciones óptimas para conseguir puntos. De las ocho series ofensivas que tuvieron en el partido, se falló solo en dos ocasiones al intentar rebasar la yarda 50 y una de estas se quedó a cinco yardas.
No hubo una sola serie de tres jugadas y fuera. Terminaron con 433 yardas en el juego, 103 por tierra y 330 yardas por pase, además de una eficiencia de 53% en terceras oportunidades con un solo despeje de balón. Claro que esta producción no se reflejó en el marcador pero es cuestión de tiempo para que ocurra.
Muchos castigos en el juego
La indisciplina se puede corregir. Muchos de los castigos marcados en contra de los Broncos fueron por falta de concentración en el caso de los retrasos de juego y claro que la afición del rival hizo su trabajo para contribuir a esto, además de otros errores por descuidos. Dudo que las 106 yardas en contra por las 12 faltas cometidas sean una tendencia para el resto del año.
Nathaniel Hackett y su staff deben trabajar en ello para que los jugadores salgan concentrados en los próximos juegos. Pesa mucho dar oportunidades al rival sea quien sea pero también el factor emocional de este juego pesó.
Russell Wilson no decepcionó
El quarterback tuvo una actuación de 340 yardas, 69% de sus pases completos con un QB Rating de 101.3. Una vez más, esos números solo se tradujeron en un pase de anotación cuando debieron ser más porque Albert Okwuegbunam se quedó a menos de una yarda de anotar y Eric Tomlinson no pudo anotar por pisar fuera del terreno de juego.
Una vez más, esto se trabaja y se corrige analizando el video del juego, teniendo distinta estrategia para esta situaciones y practicando en la semana.
Las entregas de balón
Las entregas de balón suelen ser un factor crucial durante un juego en la NFL y más aún cuando suceden a una yarda de conseguir la anotación de seis puntos. Dejas de agregar puntos al marcador y anímicamente alientas al rival.
El balón suelto por parte de Melvin Gordon sucede al intentar estirar sus brazos para cruzar la línea de goal pero ante el contacto de los rivales se le suelta de las manos y termina perdiéndolo. Se agradece el esfuerzo pero no toda es su culpa porque un mejor bloqueo por parte de la línea ofensiva habría sido una historia diferente.
El otro balón perdido en esa zona comienza cuando arrastran dos yardas hacia atrás a Graham Glasgow para estorbar el paso de Javonte Williams. Esto dio tiempo a los para que otros defensivos penetraran para golpear a Pookie detrás de la línea provocando el balón suelto. Se necesito mejorar el trabajo del interior de la línea ofensiva porque este par de jugadas son solo un ejemplo, pero vi varias ocasiones similares durante el encuentro.
No todo es culpa de los running backs y también se puede mejorar.
Los ajustes defensivos
La primera mitad de juego la defensiva cometió muchos errores, permitieron jugadas grandes, fallando tackleadas, les avanzaron 267 yardas y dos series ofensivas del rival fueron de al menos 70 yardas. Cruzaron el territorio de los Broncos en las cuatro series ofensivas de este periodo considerando que su posición inicial fue su propia yarda 24 en promedio. Esa misma primera mitad se tradujo en 17 puntos, el total de lo que consiguieron en el juego.
La segunda mitad fue otra historia. Permitieron únicamente 47 yardas sin contar la última jugada en la que se arrodillaron para terminar el juego. No volvieron a cruzar la yarda 50, provocaron un balón suelto y lograron que despejaran un par de veces. Esa defensiva mostró un rostro distinto limitando a D.K. Metcalf en 36 yardas y Tyler Lockett con 28.
Los ajustes en el descanso dieron resultados lo que habla del buen trabajo del Coordinador Ofensivo Ejiro Evero. Corregir en la marcha es algo que se requiere en la NFL y valoro mucho.
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