DENVER - La mayor prioridad de un jugador defensivo es no dejar pasar a nadie delante de él.
El domingo por la tarde, en múltiples ocasiones, la secundaria de los Broncos fue incapaz de realizar tal tarea.
Denver permitió al mariscal de los tejanos Matt Schaub completar tres pases de un mínimo de 46 yardas, con dos de éstos culminando en touchdowns.
"Es una de esas cosas que como esquinero no quieres que suceda, dejar que atrapen el balón al fondo del campo," dijo el esquinero [Champ Bailey. "Pueden hacer 100 reapariciones y maniobras, pero debes impedirles a toda costa que hagan pases profundos. Lo que quiero decir es que esta posición de juego es bien dificil, pero así es. Tenemos que aprender de los errores y tratar de superarnos."
El primer touchdown de la tarde de los tejanos ocurrió gracias a un pase de 60 yardas de Schaub a Andre Johnson, quién corrió por el centro del campo para touchdown, dejando atrás a los jugadores de los Broncos. Más tarde en la primera mitad, fue el receptor de los tejanos Kevin Walter quien se encontraba solo detrás de la defensiva y atrapó un pase de 52 yardas para touchdown, incrementando así la anotación a 21-5.
Tras un safety temprano y un gol de campo, Denver asumiría una ventaja de 5-0; en tal momento los Broncos tenían la posibilidad de tomar el control del partido. Pero los touchdowns profundos de los tejanos rápidamente cambiaron la dirección del partido a favor de Houston.
"Desaprovechamos dos jugadas clave en la primera mitad que realmente nos mató y destrozó el progreso de nuestro equipo," dijo el apoyador defensivo [Wesley Woodyard, que logró su segunda intercepción de su carrera en el partido y situó el balón en una posición ideal para que Denver anotara con un gol de campo. "Tenemos que comenzar con energía. Tenemos que tenerlo bien claro."
Houston atacó también a los Broncos en el juego terrestre con el corredor Arian Foster tras lograr una corrida de 22 yardas como parte de sus 105 yardas totales del partido, y el receptor Keshawn Martin, quien corrió 21 yardas en una jugada reversa.
"Esa es una de nuestras claves para la victoria que debemos tomar en cuenta cada semana — limitar las grandes jugadas," dijo Woodyard. "No podemos permitir que hagan pases fabulosos al fondo del campo o dejar espacios y que hagan acarreos por el centro de la defensiva. Eso no puede pasar si queremos ser una gran defensiva."
Contra un equipo que juega haciendo pases estratégicos como lo hacen los tejanos de Houston, que arremete con su juego terrestre a fin de llamar la atención de la defensiva del equipo adversario, una de las mayores prioridades de los Broncos era evitar cometer errores en el backfield. Pero gracias a Foster y a su corredor colega Ben Tate, las corridas con el balón fueron todo un éxito, y eso fue exactamente lo que pasó.
"Nos matamos porque sabíamos lo que iban a hacer, pero no nos fijamos en el lugar correcto," dijo Bailey. "Esto te hace tener mala cara. Así es como logran sus jugadas ellos. La estrategia de su ofensiva se basa en el juego terrestre. Si no paras las corridas de ellos con eficacia, te pueden comer por completo con su juego de pases estratégicos y ese tipo de cosas."
Por segunda semana consecutiva, Denver aprendió una dura lección sobre lo dificil que es recuperarse ante un sólido contrincante. Ahora, los Broncos evalúan lo que pasó el domingo y se preparan para la próxima visita de los Raiders de Oakland en la tercera semana.
"Ellos salieron a todo tren y ejecutaron sus jugadas," dijo el safety [Rahim Moore* *. "Sabíamos que jugaríamos contra un gran equipo. Ahora nos toca aprender. Vamos a seguir adelante, ver la cinta y prepararnos para el partido contra Oakland la próxima semana."